DeLorean DMC-12 el auto de volver al futuro
25 años después del estreno de la película en la pantalla grande, te contamos su historia.
por Alejandro Konstantonis / Fotos Mark Birkle
Recuerden por favor la película "Volver al Futuro". Visualicen las peripecias del Dr. Emmet Brown (Christopher Lloyd) y de Marty Mc Fly (Michael J. Fox) que viajaban del presente, al pasado y luego enredosamente al futuro en una extraña maquina, parecida a un automóvil. Pues les cuento que lo más real de esta futurística película de hace 25 años, es nada más ni nada menos que el automóvil. Se trata de un DeLorean DMC-12, una pieza importante en la historia de los constructores independientes de autos.
El que fuera un ejecutivo estrella de General Motors, John Z. DeLorean, desafió a la industria automotriz cuando decidió fabricar sus propios autos deportivos denominados "éticos" en una fábrica en Irlanda del Norte, para ser más específicos en Dummurry.
El DMC-12 era un auto construido en acero inoxidable, pulido y sin pintura, el creador del concepto fue Giorgetto Guigiaro. El diseño era fenomenal, las puertas de ala de gaviota lo hacían ver futurista y de otro planeta, -quizás por eso Robert Zemeckis pensó en este auto para la película.
La mecánica corría a cargo de un motor central de origen francés y sueco, un PRV (Peugeot, Renault, Volvo) de seis cilindros en V de casi tres litros y con una inyección de combustible Bosch K-Jetronic, novedosa en la época, pero convencional.
El DMC-12 no era un cohete, su desempeño era promedio, muy caro para lo que ofrecía. Lo irónico de este auto, cuyo creador llamó "ético", es que éste mismo usó medios muy poco "éticos" para tratar de salvar su compañía de la quiebra. Incluso John Z. DeLorean fue acusado, enjuiciado y encarcelado por tráfico de drogas por más de 25 millones de dólares y fue absuelto en 1984.
En el corto período de vida de la marca, 1981 y 1982 se fabricaron 6,500 autos. Pero el día de hoy es posible adquirir uno completamente nuevo con cero kilómetros con un fabricante independiente que compró los derechos de la marca en 1997.
John Z. DeLorean murió en el 2005 y además de desafiar a los gigantes constructores estadounidenses con este extravagante auto le dio a la industria modelos como el Pontiac GTO del cual hablaré en otra ocasión.
El que fuera un ejecutivo estrella de General Motors, John Z. DeLorean, desafió a la industria automotriz cuando decidió fabricar sus propios autos deportivos denominados "éticos" en una fábrica en Irlanda del Norte, para ser más específicos en Dummurry.
El DMC-12 era un auto construido en acero inoxidable, pulido y sin pintura, el creador del concepto fue Giorgetto Guigiaro. El diseño era fenomenal, las puertas de ala de gaviota lo hacían ver futurista y de otro planeta, -quizás por eso Robert Zemeckis pensó en este auto para la película.
La mecánica corría a cargo de un motor central de origen francés y sueco, un PRV (Peugeot, Renault, Volvo) de seis cilindros en V de casi tres litros y con una inyección de combustible Bosch K-Jetronic, novedosa en la época, pero convencional.
El DMC-12 no era un cohete, su desempeño era promedio, muy caro para lo que ofrecía. Lo irónico de este auto, cuyo creador llamó "ético", es que éste mismo usó medios muy poco "éticos" para tratar de salvar su compañía de la quiebra. Incluso John Z. DeLorean fue acusado, enjuiciado y encarcelado por tráfico de drogas por más de 25 millones de dólares y fue absuelto en 1984.
En el corto período de vida de la marca, 1981 y 1982 se fabricaron 6,500 autos. Pero el día de hoy es posible adquirir uno completamente nuevo con cero kilómetros con un fabricante independiente que compró los derechos de la marca en 1997.
John Z. DeLorean murió en el 2005 y además de desafiar a los gigantes constructores estadounidenses con este extravagante auto le dio a la industria modelos como el Pontiac GTO del cual hablaré en otra ocasión.
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Fuente: http://espanol.autocosmos/.
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