El champán más viejo del mundo, un vino de hace dos siglos descubierto este verano en los restos de un barco en el fondo del mar Báltico, tenía pocas burbujas, pero desprendía un fuerte olor agrio cuando saltaron los corchos en una degustación este miércoles.
El experto mundial en champán Richard Juhlin
- Entre las botellas descubiertas en julio entre los restos de un barco y que, según se comentó en un primer momento, podrían haber sido mandados por el rey de Francia Luis XVI a la corte imperial de Rusia, se encuentran botellas de Veuve-Clicquot y de Juglar, nombre de la casa de champán ahora desaparecida.
Después de un desmentido en el momento del descubrimiento del vino, Veuve-Cliquot reconoció en un comunicado publicado el miércoles que tres o cuatro de las 168 botellas descubiertas procedían de la célebre casa.
La apertura de dos de estas botellas fue un evento orquestado por las autoridades del archipiélago autónomo finlandés de Aalanda ante un centenar de aficionados y de periodistas. Se retiraron los corchos con precaución y se desprendió un fuerte olor, un buqué agrio y particularmente potente. Una vez en el vaso, el vino tenía muy pocas burbujas.
El Juglar es "más intenso y potente, con una nota de champiñón", mientras que el Veuve-Clicquot es más cercano al chardonnay, con notas de "flores de tila y corteza de limón", explicó un especialista del champán, Richard Juhlin. Descubiertas por buceadores suecos frente a la costa de Finlandia, las botellas permanecieron en buen estado de conservación.
"Las botellas conservadas en el fondo del mar están mejor conservadas que lo estarían en las mejores bodegas", explicó Juhlin, quien precisó a la AFP que si estas botellas se subastaran, cada una podría alcanzar los 100.000 euros. Las autoridades de Aaland han hecho saber que pensaban sacar a subasta una botella de cada productor.
"La señora Clicquot ha tenido que degustar este mismo lote, probaba todo", declaró a la AFP un enólogo de la casa de champán presente para esta degustación, François Hautekeur. También indicó que el champán se remontaba a la época en la que Barbe Nicole Clicquot-Ponsardin dirigía el establecimiento, es decir, a principios del siglo XIX.
Para él, el sorprendente descubrimiento fue muy gratificante. "De cierto modo, nos merecemos esta recompensa (...) para cada uno de nosotros de Veuve-Clicquot, es como ganar un campeonato", dijo. Con otros enólogos de Veuve-Clicquot, Hautekeur asistió a los historiadores de Aaland en el trabajo de fechar el champán descubierto en los restos del barco.
El jefe de la bodega de Veuve-Clicquot, Dominique Demarville, estimó después de la degustación en agosto que este champán se remontaría en realidad al segundo cuarto del siglo XIX. No sería entonces el champán más antiguo del mundo todavía bebible, dado que los expertos degustaron el año pasado en Londres un Perrier-Jouet 1825.
Las autoridades de Aaland tienen intención de mezclar el champán de los restos del barco con añadas más recientes y venderlas. La Oficina finlandesa de Antigüedades estaría decepcionada por la dilapidación de estas botellas, pues cada una habría merecido ser tratada como una pieza de museo. "Jamás hubiéramos subastado simplemente tales piezas de museo", dijo un representante de la Oficina, Riika Alvik, a la AFP.
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