domingo, 21 de noviembre de 2010

¿Murió Poncio Pilato en Cártama?

  
Un libro ha recuperado esta vieja historia, que se basa en inscripciones romanas que sugieren que la misteriosa Claudia Procula era de Carthima. Una leyenda dice que el hombre que juzgó a Jesús se retiró a la localidad natal de su esposa.

 
El prefecto romano que se lavó las manos después de condenar a Jesús a morir crucificado pudo pasar sus últimos días en Cártama, ciudad a la que se retiró tras caer en desgracia ante el emperador Tiberio. Así lo afirma una leyenda casi olvidada de este pueblo malagueño que se basa en otro relato legendario que señalaba que la esposa de Poncio Pilato, la cual respondía según la tradición cristiana al nombre de Claudia Procula, nació en Carthima, población del imperio romano origen del actual municipio.
 
Esta historia ha sido rescatada ahora en el libro 'Cártama Histórica. El juglar y la Virgen Peregrina', escrito por el investigador local Francisco Baquero, quien asegura que la supuesta procedencia cartameña de Claudia tiene cierta base histórica por diversas inscripciones que se han ido encontrando en el término municipal. «Las leyendas no nacen sin un fundamento, aunque sea mínimo», sostiene Baquero. Sin ir más lejos, a la entrada del actual cementerio existe una columna romana en la que aparece el apellido Procula, que, bien es cierto, era muy habitual en toda la región bética.
 
Pero, según cuenta el autor, la inscripción más significativa en este sentido surgió en 1960, cuando fue demolido el antiguo ayuntamiento. Entre sus escombros aparecieron dos antiguas losas con caracteres en latín, entre los que se leía claramente el nombre de Claudia Procula. Lamentablemente, aquellas piedras no se conservan porque fueron convertidas en cal, pero sirvieron para forjar una bella leyenda que se alimentó con otros vestigios que indican que en Carthima residieron familias ricas y relevantes de la época.
 
Así, en el libro se cita otra inscripción que ya aparecía en la obra 'Viaje de Gibraltar a Málaga', de Francis Carter. Se refiere a la escultura de un importante pontífice, también de apellido Proculo, y decía así: «Marco Decimo Proculo, ciudadano romano y sumo sacerdote perpetuo, que aceptó el honor de que el senado de Cártama decretase que se le erigiera esta estatua». Se trata de hallazgos que parecen reforzar una teoría que, sin embargo, no deja de ser pura especulación, entre otras cosas porque la figura de la que fuera esposa de Pilato sigue siendo un misterio.
 
De hecho, el nombre de Claudia Procula surgió de fuentes cristianas, pero ni siquiera se menciona en el Nuevo Testamento. Es más, de los cuatro evangelios, solo el de San Mateo se refiere al personaje en sí, relatando la petición a su marido para que no haga mal a Jesús tras haber tenido un sueño, reflejado tantas veces en el arte y en el cine. Francisco Baquero reconoce que la posible muerte y enterramiento de Poncio Pilato en Cártama tiene un origen todavía más legendario.
 
Sin embargo, recuerda que poco se sabe de la vida del dirigente romano tras abandonar su cargo en la provincia de Judea y que los finales que se le han atribuido, ya sea su suicidio en las Galias o en Suiza (en una montaña de nombre Pilatus) son también mera conjetura histórica. Por eso, en Cártama se agarran a la posibilidad de que Pilato huyera de Roma tras llevarse sus suculentas riquezas obtenidas y siguiera la Via Apia para atravesar los Pirineos. Posteriormente, habría seguido la Via Augusta rodeando la costa mediterránea hasta llegar a Carthima, pidiendo asilo a la familia de su esposa.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario